Que planchas de pelo comprar y cómo proteger el cabello durante el alisado.


Alisar el cabello se ha convertido en una práctica muy popular, especialmente entre las mujeres. Por tal motivo, las planchas de pelo, también conocidas como alisadoras, se han convertido en dispositivos  imprescindibles en el neceser de cualquier mujer.

Conscientes de esta necesidad, en el mercado se comercializan varios modelos de planchas de pelo, fabricados por diferentes marcas, que prometen alisar el cabello en cuestión de minutos. Al haber disponibles tantos modelos con precios y características tan diversas, es normal que esto genere cierta confusión entre los consumidores, quienes se preguntan cuál es la mejor para sus necesidades.

Teniendo esto en cuenta, y sabiendo que no todas las planchas de pelo son iguales, hemos escrito este artículo en el que intentamos dar respuesta a algunas de las preguntas más frecuentes a la hora de elegir una plancha de pelo.

Cómo saber que planchas de pelo comprar

La elección de una plancha de pelo debe analizarse detenidamente, ya que la adquisición de este tipo de dispositivos puede requerir de una alta inversión.

Por ello, es necesario prestar mucha atención a algunos aspectos claves a la hora de seleccionar el alisador o la plancha correcta, evitando así comprar una plancha cuyo precio o características son desproporcionadas para nuestras necesidades.

1. Material de la placa

La placa es el elemento de la plancha que entra en contacto directo con el pelo para aplicar el calor. Respecto a los materiales con los que se fabrican las placas, hay varias alternativas y las más comunes son la turmalina, la cerámica y el titanio.

Cada uno de estos materiales es adecuado para un tipo de cabello en específico, por lo que es fundamental seleccionar una plancha cuyas placas sean apropiadas para nuestro pelo. De lo contrario, la plancha podría dañar nuestra cabellera, dejándola seca o incluso quemada.

Placas de turmalina o iónicas

Este tipo de placas contienen turmalina (un mineral) en su composición, y cuando se calientan generan grandes cantidades de iones negativos, lo que reduce significativamente la electricidad estática del cabello.

Uno de los principales beneficios de las planchas de pelo con placas de turmalina es el hecho de que pueden mantener la hidratación y ayudar a cerrar las cutícula. Como resultado, las hebras se mantienen más sanas, hidratadas y, gracias a la ionización del cabello, fáciles de moldear.Además, este tipo de placas garantizan que el calor se aplique al cabello desde dentro hacia fuera, lo que permite obtener un resultado rápido en pocas pasadas. Las planchas de pelo con placas de turmalina son adecuadas para quienes tienen el cabello fino, dañado o áspero, así como para quienes tienen la intención de utilizar la plancha regularmente. Este tipo de placas suele encontrarse en las planchas más económicas. Usualmente, una plancha de pelo con placas de este tipo puede adquirirse a partir de 15 euros.

Placas de cerámica

Las placas de cerámica transmiten el calor uniformemente en toda la superficie, al hacer que el contacto entre el cabello y la fuente de calor sea más ligero. Esto reduce el riesgo de dañar el cabello.Las planchas con placas de cerámica dan a nuestra cabellera un acabado sedoso y brillante, al tiempo que cierran las cutículas. Además, reducen la electricidad estática en el pelo, otorgan suavidad adicional y alcanzan su temperatura óptima de uso en poco tiempo. Suelen ser el tipo de placas que se encuentra en las planchas más asequibles. Una plancha de pelo con placas de cerámica generalmente se puede comprar a partir de 15 euros.

Son adecuadas para cabellos finos o gruesos, ligeramente dañados, que no son sometidos a la acción del alisado diario.

Placas de titanio

Las placas de titanio funcionan de forma similar a las placas de cerámica. Es decir, el titanio actúa como transmisor de calor entre la plancha y el cabello, pero se diferencia de la cerámica en un aspecto importante: su capacidad para retener la temperatura.Este tipo de placa retiene el calor durante más tiempo y de forma más estable, lo que permite que la temperatura sea constante desde la raíz hasta las puntas del cabello.Algunas planchas de pelo con placas de titanio incorporan características adicionales, como tecnología de infrarrojos o emisión de iones negativos o positivos, lo que permite disminuir considerablemente el volumen y el daño del cabello.

Estas placas se recomiendan para los cabellos más difíciles de alisar, como los rizados o los de hebras muy gruesas. Las planchas de pelo con placas de titanio, se consideran, en definitiva, una evolución de las placas de cerámica y pueden adquirirse a partir de 25 euros.

2. Regulador de temperatura

Como ya se ha destacado, el calor excesivo puede causar daños en el cabello. En este contexto, ten en cuenta que, por regla general, las planchas de pelo más sencillas (que suelen ser las más baratas) carecen de regulador de temperatura.

Las planchas de pelo que incorporan regulador de temperatura te permiten elegir los niveles de temperatura en función de tu tipo de cabello (temperatura más alta para cabellos gruesos y más baja para cabellos finos), previniendo el riesgo de sufrir daños innecesariamente. Independientemente del tipo de cabello, la plancha no debe calentarse a más de 190°C/200°C. De lo contrario, su uso podría resultar perjudicial.

3. Tamaño de la plancha

El tamaño de la plancha es crucial y debe tenerse en cuenta a la hora de escoger.Las planchas con placas más grandes pueden abarcar más mechones, reduciendo el tiempo necesario para alisar todo el cabello. Sin embargo, este tipo de plancha sólo debe utilizarse cuando tenemos el pelo largo o medio largo, ya que en cabellos cortos puede dificultar de más el proceso de alisado.El pelo corto, en cambio, debe alisarse con placas más estrechas, que puedan llegar a las raíces con mayor facilidad y proporcionen un manejo más cómodo

4. Recubrimientos y agarres

Las planchas de pelo, al ser aparatos eléctricos que realizan su función mediante el calor, pueden ocasionar quemaduras no solo en el cabello sino también en otras áreas del cuerpo. Por ello, antes de adquirir uno, es fundamental tener en cuenta algunos aspectos de la seguridad del aparato. Te recomendamos que, a la hora de elegir una plancha, te fijes en las zonas frías. Concretamente, presta atención a si tiene un buen recubrimiento para evitar que el calor penetre en la zona donde se manipula el aparato y a si tiene agarres antideslizantes que eviten que el aparato se te resbale de las manos. De este modo, será mucho menor el riesgo de quemarte al utilizarlo (algo que ocurre con bastante frecuencia).

5. Precio

En el mercado existe una amplia oferta de alisadores para diferentes consumidores y presupuestos. Según el rango de precios al que pertenecen, las planchas de pelo pueden clasificarse de la siguiente manera:

  • Gama baja (menos de 50 €): Son las más asequibles, pero también las menos potentes. No suelen incluir tecnologías para proteger o cuidar el cabello, pero cumplen bien su función, sobre todo si tienes el pelo liso o delgado.
  • Gama media (entre 50 y 100 €): En este rango de precios encontrarás productos con una muy buena relación calidad-precio de marcas reconocidas en el sector de la belleza. Recuerda comprar un producto que cuente con todas las características que tu tipo de cabello necesita.
  • Gama alta (más de 100 €): Son los modelos más profesionales y adecuados para cabellos frágiles, finos o muy ondulados. Suelen incluir funciones de seguridad, así como tecnologías que aportan brillo y suavidad al cabello. Además, las placas son de alta calidad y su potencia permite calentarlas en poco tiempo para un alisado rápido. Algunos de los modelos más avanzados incorporan una pantalla donde se muestra la temperatura, de manera que podamos graduar mejor el calor antes de planchar el cabello. Si tu presupuesto te lo permite, son la mejor opción.

Cómo proteger el cabello del calor de la plancha

La clave aquí es tener cuidado. La mayoría de las planchas de pelo se ajustan a temperaturas que oscilan entre los 150°C y los 200°C. Por ello, el riesgo de quemaduras está siempre presente, no sólo en el cabello, sino también en el cuero cabelludo, las orejas y, a falta de recubrimientos adecuados y de agarres antideslizantes, en las manos. Si tu plancha carece de estos elementos de seguridad, te recomendamos que uses guantes de protección.

Si tu plancha cuenta con un regulador de temperatura, asegúrate de no aplicar más calor del que necesita tu cabello para alisarlo. Se sugiere no calentar la plancha a más de 165°C para cabellos lisos y finos, 185°C para cabellos medios y rizados, y 200°C para cabellos gruesos y rizados.

Antes de realizar el alisado puedes aplicar en tu cabello un aceite o un spray que actúe como protector térmico. Estos productos ayudan a crear una barrera protectora en las fibras capilares, previniendo así que el cabello resulte dañado por la acción del calor.Otra ventaja de utilizar protectores térmicos en el cabello es que disminuyen el efecto «frizz», al hacer que la resistencia del cabello sea más baja.

Por último, se sugiere que el protector térmico se aplique sobre el cabello cuando aún está húmedo.